Un acelerador de partículas es un aparato que permite trasmitir velocidades extremamente elevadas a las partículas subatómicas y partículas elementales y es utilizado en el estudio de la estructura y constituyentes de la materia.
Los aceleradores de partículas son constituidos por una fuente que produce partículas cargadas (electrones, protones, iones, etc.), de un dispositivo acelerador que les transmite energía y de un sistema que las guía en su trayecto y después las dispara sobre un objetivo (que pueden ser otras partículas que circulan en sentido inverso).
Además del estudio de los constituyentes básicos de la materia, los aceleradores son también utilizados en química para el estudio de moléculas en la industria, en la medicina e incluso en algunos aparatos domésticos como es el caso de los televisores con tubos de rayos catódicos. En los aceleradores de partículas de mayor dimensión utilizados en la física experimental, las elevadas energías alcanzadas permiten también reconstituir las condiciones existentes algunas fracciones de segundo tras el big bang.
Actualmente el mayor y más conocido acelerador de partículas del mundo es el Large Hadron Collider – LHC instalado en el CERN, junto a la frontera entre Francia y Suiza, el cual posee un túnel circular con 27 kilómetros de perímetro. Otro importante acelerador de partículas es el RHIC (Relitivistic Heavy Ion Collider) instalado en el Laboratorio Nacional de Brookhaven en Upton, Nueva York. Una referencia también para el Acelerador Lineal de Electrones y Positrones, el ILC (Internacional Linear Collider), un proyecto a escala mundial que permitirá llegar a nuevas aproximaciones sobre la constitución del universo y su funcionamiento, el cual será instalado junto al LHC, estimándose su entrada en funcionamiento para 2015.
