La evolución de la deformidad de la columna vertebral implica, principalmente el acompañamiento regular de evaluación de la progresión de la enfermedad y sirve de guía para adecuar el tratamiento. Esta progresión es medida a través del grado de curvatura de la columna vertebral por el ángulo de Cobb, que es típicamente monitorizado utilizando una serie de rayos X.
El ángulo de Cobb es comúnmente utilizado para la evaluación cuantitativa de la curvatura lateral de la columna vertebral en el plano frontal en 2 dimensiones. Es generalmente considerado como el golden standard para el diagnóstico y acompañamiento de pacientes con 5º de escoliosis. Este método es también importante en el planeamiento de procedimientos quirúrgicos, monitorización y gestión de las deformidades de la columna vertebral, puesto que determina la gravedad de la curvatura. Una curvatura de la columna vertebral de ángulo de Cobb igual a 12º es considerada pequeña y de 80º es grande (Michelle et al, 2012).
El ángulo de Cobb es medido trazando un punto en cada extremidad superior del cuerpo de la primera vértebra y un punto en cada extremidad inferior del cuerpo de la última vértebra referente a la curva escoliótica, es decir, cuatro puntos en total para cada curvatura evaluada. A continuación es trazada una recta perpendicular en cada una, obteniéndose así la respectiva amplitud de la curvatura. Las medidas obtenidas a través de este método deben ser precisas y reproductibles, pues la magnitud de la curva es un factor importante en el proceso de toma de decisión clínica. El error total en la evaluación del ángulo de Cobb es aproximadamente de entre 2º a 7º.
Tradicionalmente la evaluación de los pacientes con escoliosis que tengan o no indicación para cirugía, preoperatoria, postoperatoria y las decisiones de tratamiento se basan teniendo en cuenta la gravedad de curvatura de la columna, medida por el método de Cobb. La comparación del examen más reciente con otro examen radiológico más remoto permite obtener conclusiones que ayudan en la programación/reprogramación del tratamiento. En la escoliosis idiopática del adolescente la utilidad clínica primaria del ángulo de Cobb determina el riesgo de progresión de la curvatura.