Presentación de la ciudad de Persépolis
Persépolis fue una importante ciudad y capital de los Aqueménidas, situada en Persia, al sudoeste del actual río Irán, en una región habitada desde cerca del 4000 a.C.
Entre 522 y 482 a.C., Darío, rey de Persia, la hizo su residencia de verano y mandó construir allí un lujoso palacio. Jerjes I, Artajerjes I y Artajerjes III dieron continuidad a la construcción de la ciudad, la cual sería saqueada y parcialmente destruida por Alejandro Magno en el año 330 a.C., perdiendo definitivamente su importancia bajo el dominio de los seléucidas.
A pesar de ser destruida por Alejandro Magno, aún se encuentran numerosos vestigios de la arquitectura y edificios de la ciudad. Una característica arquitectónica típica era la existencia de un atrio con numerosas columnas, algunas de las cuales alcanzaban los 18 metros de altura. La arquitectura y el arte revelan influencias de los asirios en el uso de toros alados como espíritus guardianes. Sin embargo, los relieves esculpidos reproducen procesiones cargadas de tributos y escenas de matanzas, evitando la representación de mujeres y de escenas relacionadas con la caza, el pasatiempo favorito de los persas.