Postimpresionismo o Posimpresionismo es un término histórico-artístico que se aplica a los estilos pictóricos a finales del siglo XIX y principios del XX posteriores al impresionismo, un grupo de artistas y de movimientos diversos, en los cuales se hicieron sentir diferentes tendencias en la búsqueda de nuevos caminos para la pintura. Grupo este, que siguiendo el camino del Impresionismo, pero separaron, la pintura de la representación mimética de la Naturaleza, acentuándose en sus valores específicos, el color y la bidimensionalidad.
A finales del siglo XIX y principios del XX, entre 1880 y 1905, aproximadamente, se empiezan a suceder en Francia una serie de estilos pictóricos derivados del Impresionismo entre los se encuentra el Postimpresionismo.
Al ser rechazados en los circuitos oficiales, el grupo de pintores impresionistas organizó sus propias exposiciones y mantuvo una cohesión que duró hasta que, décadas después, algunos de ellos alcanzaron cierto reconocimiento. De la disgregación de ese movimiento nació el posimpresionismo en parte como evolución y en parte como ruptura.
El postimpresionismo fue la designación utilizada para definir la pintura y posteriormente la escultura del final del impresionismo, a partir de la última exposición Impresionista, hasta el surgimiento del Cubismo, con Pablo Picasso y Georges Braque, en 1907. De cierta forma está relacionado a su original “Impresionismo”, pero en cierto modo lo confronta.
Se llamaban genéricamente Postimpresionistas a los artistas que ya no representaban fielmente los preceptos originales del impresionismo, aunque no se alejaron por completo del Impresionismo o estén agrupados formalmente en nuevos grupos. Todos los artistas agrupados bajo el término Postimpresionismo conocieron y practicaron en algún momento los postulados impresionistas. Muchos artistas del postimpresionismo formaron parte del Impresionismo, partiendo de ahí a diversas tendencias distintas. Considerado por muchos, una extensión o desarrollo mayor, la parte más intelectual, de la escuela impresionista, pero que de cierta forma, reaccionó en su contra.
El término Postimpresionismo fue utilizado por primera vez por el crítico de arte británico Roger Eliot Fry (1866-1934), para designar las obras expuestas en la Grafton Galleries, en Londres, en el año 1910, que incluían pinturas de Paul Cézanne, Vincent van Y el de Gauguin.
Camille Pissarro, Haying at Eragny, 1889
Se puede decir que el postimpresionismo surge, a la vez, como evolución y ruptura del Impresionismo. Es importante en la Historia del Arte pues sus propuestas innovadoras produjeron una renovación pictórica y abrieron el camino a los movimientos artísticos conocidos como las primeras vanguardias. El Fauvismo, el Cubismo o el Expresionismo no pueden entenderse sin la influencia del Postimpresionismo.
Sintiéndose limitados e insatisfechos por el estilo impresionista, algunos jóvenes artistas querían ir más allá, sobrepasar la Revolución de Monet. Allí se encuentra la génesis del nuevo movimiento, que no buscaba destruir los valores del gran maestro, sino perfeccionarlos. Algunos de los más importantes artistas del Postimpresionismo fueron: Vincent van Gogh, Paul Gauguin, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Cézanne, Paul Signat, Georges Seurat, entre otros.
Los Postimpresionistas buscaban y admitían la importancia del lado subjetivo, humano, emocional y sentimental expresado en las artes, y no sólo de su aspecto “superficial”, de reproducción de la realidad, como hicieron los autores del Impresionismo. Estilísticamente no hay un rasgo definitorio que una a estos autores, pero en general todos los postimpresionistas utilizaron colores vivos, pinceladas poco discretas y unas temáticas basadas en la vida real.
Los Postimpresionistas emplearon algunos de los recursos técnicos de los Impresionistas como la pincelada suelta, el contraste de colores complementarios y la mezcla óptica, pero todo de una manera propia y personal. Los fuertes contrastes de color, por ejemplo, les permitieron definir claramente las formas y los diferentes planos.
Todos ellos intentaron también dar un paso más en cuanto emoción y expresión a la pintura y todos presentaron una visión particular de la naturaleza… una visión subjetiva del mundo.
Los temas tratados solían ser los mismos de la vida real pero abordados con más emoción y expresión. Se negaron a representar fielmente la naturaleza y plasmaron en sus obras una visión más subjetiva. Estos artistas mostraron, a nivel temático, un interés especial por lo marginal y exótico.
Existió una preocupación por retomar el dibujo y el volumen de los objetos y dejar de lado esas manchas de colores que se diluían en el ambiente tan características de las obras impresionistas.
En esta coyuntura heterogénea, se agregaron a diferentes tendencias expresivas, diferentes autores y diferentes movimientos artísticos, considerados, aún hoy, como los grandes precursores del arte de principios del siglo XX.
Los movimientos modernistas deben mucho al Postimpresionismo, principalmente por la figura de Paul Cézanne (1839 – 1906) y su obstinación en alcanzar la naturaleza real detrás de las apariencias, crear un arte con vida propia, “concretar” sus impresiones personales y “realizar el” razón “.
References:
ARGAN, Giulio Carlo. Arte moderna: do iluminismo aos movimentos contemporâneos. Tradução Denise Bottmann, Frederico Carotti. São Paulo: Companhia das Letras. São Paulo, 1992
BRODSKAYA, Nathalia. Post-Impressionism. Litres, 2017
CHILVERS, Ian (org.). Dicionário Oxford de arte. Tradução Marcelo Brandão Cipolla. 2.ed. Martins Fontes. São Paulo, 2001
HALLIWELL, Sarah. Impressionism and Postimpressionism: Artists, Writers, and Composers – Volume 6 de Who and when? – Raintree Steck-Vaughn, 1998
THOMSON, Belinda. Pós-Impressionismo. Cosac & Naify. São Paulo, 1999
