El Realismo, en las artes, designa un movimiento artístico y literario que busca ser fiel a la vida cotidiana. El Realismo fue un movimiento artístico y literario cuyo propósito fue la representación objetiva de la realidad basada en la observación de los aspectos cotidianos que brindaba la vida de la época.
El movimiento realismo, se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX y buscaba esencialmente abordar temas sociales y la objetivación de la realidad del ser humano e involucrar diversas formas de arte.
La aparición y desarrollo del Realismo fue fruto de la agitada situación política francesa desde la proclamación de la República, en 1848, hasta el advenimiento de la Comuna de París. Es a lo largo de estos años cuando surgen los movimientos obreros y proletarios que inspiran nuevos sentimientos sociales y nuevas ideas políticas.
El realismo surgió después de la Revolución Francesa, manifestando una reacción contra el idealismo romántico, con la convicción de que las escenas ideadas por los pintores clásicos y neoclásicos no representan la realidad de la relación a la vida.
La sociedad vivía el progreso tecnológico con el avance de la energía eléctrica, nuevas tecnologías, entre otras cosas. Además, se destacaban corrientes filosóficas como el Positivismo, el Determinismo, el Evolucionismo y el Marxismo. Entre ellos, sin embargo, lo que más influenció el surgimiento del Realismo fue el Positivismo, que analiza la realidad por medio de observaciones y constataciones racionales.
El Realismo se caracterizó por su afán de veracidad, al retratar campesinos o trabajadores; su contemporaneidad, al sostener que el único tema válido para el artista era el mundo cotidiano; su compromiso social, al abordar temas que hasta entonces se habían ignorado, en estrecha conexión con la literatura y su variedad de temas: intimistas, familiares, reuniones al aire libre, paisajes rurales y urbanos.
De las influencias intelectuales que más ayudaron a la expansión del Realismo se destaca la reacción contra las excentricidades románticas y contra sus falsas idealizaciones de la pasión amorosa, así como un creciente respeto por el hecho empíricamente averiguado, por las ciencias exactas y experimentales y por el progreso tecnológico. El pasaje del Romanticismo al Realismo, corresponde a un cambio de lo bello e ideal para lo real y objetivo.
La pintura busca retratar la objetividad con que los científicos retrataban los fenómenos, olvidando así los temas antiguos, históricos y la imaginación. Siendo parte de la creación, sólo, abe kilo que es real. Es en ese período que surge la “pintura social” que retrata los problemas de los trabajadores de la sociedad contemporánea.
Los artistas realistas comenzaron a crear a partir de su experiencia y basándose en la observación del mundo que los rodeaba. Se caracteriza por abordar la realidad y temas sociales, representando algunas veces escenas exageradas, para enfatizar problemas sociales de la época. El realismo, no produjo un estilo arquitectónico propio, en la escultura, tuvo poca expresión, era crítica y social, pero se destacó verdaderamente en la pintura, con temas de la vida cotidiana y de grupos sociales menos favorecidos.
Las pinturas realistas chocaron a la sociedad burguesa de la época que estaba obsesionada por las apariencias y el estatus. Por los temas banales, a veces ofensivos, por los colores excesivamente muertos, o por la falta de elaboración y conceptualización de las composiciones.
El Realismo intentó alejarse de los academicismos, en lo que se refiere a la exactitud del diseño y al perfecto acabado del cuadro. Los pintores realistas pintaban en el exterior, breves esbozos y apuntes que trabajaban, después, de forma cuidada, en los talleres. Sus cuadros resultaron en una instantánea de la realidad, como una fotografía nítida, concreta y sólida.
El Realismo fundó una Escuela artística que se desarrolla basada en la observación de la realidad, en la razón y en la ciencia. La Escuela de Barbizon se proponía observar la naturaleza “con nuevos ojos”, siguiendo la inspiración del paisajista inglés John Constable, que exhibió sus obras en París en la década de 20. El nombre de la Escuela deriva de la reunión de un grupo de pintores en el pueblo francés de Barbizon, en el bosque de Fontainebleau. Buscaba distanciarse de la pintura tradicional, concentrándose en aspectos de la vida cotidiana de hombres simples, como los campesinos del lugar. Jean-François Millet era uno de sus principales líderes.
Los principales pintores del realismo fueron:
- Gustavo Coubert, figura principal del movimiento realista en el arte del siglo XIX, creador de la pintura social, donde mostraba temas que retrataban el cotidiano, las clases sociales más pobres y los trabajadores del siglo XIX.
- Édouard Manet, era un artista pivote durante el siglo XIX. Su trabajo crítico fue de principios realistas, pero su arte también desempeñó un papel importante en el desarrollo del impresionismo, sus obras retrataban la clase alta de la época, sus obras fueron criticadas. Una de las obras más polémicas y representativas de Édouard Manet, fue “Olympia”, el retrato de una joven prostituta desnuda y una referencia audaz a la obra de Ticiano (Venus de Urbino).
- Honoré Daumier, trabajó como balconista de una librería, en el Palais Royal, las personas que allí observaba inspiraron su carrera posterior de caricatura y su interés en retratar a la clase trabajadora. Él eligió retratar la vida urbana. Era litógrafo así como pintor e hizo muchas litografías para revistas francesas liberales.
- Jean-Baptiste Camille Corot, considerado como el último pintor neoclásico, admiraba el estilo más realista, natural de la pintura de paisaje a principios del siglo XIX por el artista, como los pintores ingleses Richard Bonington y John Constable, que estaban determinados a pintar lo que vivieron, y que a menudo eran pintadas en el lugar, en lugar de artísticamente organizados paisajes en el estudio.
- Jean-François Millet, fue notable por su interpretación “rigurosamente sincera” de la vida rural. Los campesinos que aparecen en su pintura parecen ser “hombres subyugados por las fuerzas de la naturaleza, pero también soberanos en relación a eso.” Millet infundió su pintura con un aura solemne, ofreciendo al realismo un significado diferente, menos provocativo, más calmado que el que de Coubert.
En la literatura el realismo fue influenciado por el Positivismo y exploró temas que seguían los principios de esa corriente filosófica como la reproducción de la realidad observada, la objetividad en el compromiso con la verdad, o sea, imparcialidad, personajes basados en personas comunes, sin idealización de los humanos, condiciones sociales y culturales.
La literatura se expresaba con un lenguaje claro que iba directamente al foco de la cuestión a ser explorada. La literatura realista, cargaba un carácter social y psicológico, además del abordaje de temas considerados polémicos para la sociedad de la época. Criticaban en sus obras la intolerancia, la explotación social y el preconcepto, siempre haciendo uso de lenguaje claro y objetivo. La obra que marca el inicio del realismo en la literatura es Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Entre otros autores, podemos citar Machado de Assis, Raul Pompeya, Charles Dickens, Eça de Queiroz y Leon Tolstói.
Los principios del realismo dominaron la literatura europea durante las décadas de 1860 y 1870. Charles Dickens y George Eliot en Inglaterra, Lev Tolstoi y Fiodor Dostoievski en Rusia, y, más tarde, el joven Thomas Mann, en Alemania, todos incorporaron elementos realistas a la realidad sus novelas.
References:
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