El kitsch, es una palabra de origen alemana, pero que hoy en día, ya tiene un uso universal. Es un estilo artístico considerado «cursi» o «trillado». El término kitsch se utiliza para designar el mal gusto artístico y las producciones consideradas de calidad inferior. Aparece en el vocabulario de los artistas y coleccionistas de arte en Munich, alrededor de 1860 y 1870, basado en kitschen [desorden], y verkitschen [truco] (vender otra cosa en lugar del objeto combinado), que muestra inmediatamente el sentido peyorativo que acompaña el término kitsch.
El kitsch apelaba a un gusto vulgar de la nueva y adinerada burguesía de Múnich que pensaban que podían alcanzar el estatus de las élites culturales, copiando las características más evidentes de sus hábitos.
El estilo Kitsch sería lo opuesto al minimalista. Se caracteriza por destacar en el predominio del color y las formas, así como los elementos llamativos. Si este estilo tuviera un lema sería “más es más” o “nada está de más”.
El kitsch es un concepto universal y corresponde sobre todo a una época de génesis estética, a un estilo de ausencia de estilo, a una función de confort e estética reemplaza a las funciones tradicionales de un objeto.
La génesis del kitsch se encuentra en el romanticismo, donde el énfasis se observa en la expresión de sentimientos y emociones, que en la literatura, por ejemplo, toma la forma de melodrama y en literatura popular.
Negación del auténtico, copiar y artificialidades son los significados asociados a menudo con los objetos y las producciones kitsch, que se encuentran tanto en las artes visuales, la literatura y la música, como en el diseño y la profusión de productos que rodean la vida cotidiana: recuerdos turísticos, miniatura, objetos de decoración y devoción, talismán religioso y otros.
Se hizo popular en la década de 1930 con las formulaciones de crítico Theodor Adorno (1903-1969), Hermann Broch (1886-1951) y Clement Greenberg (1909-1994), que definen el kitsch en la contraposición a las investigaciones innovadoras del Arte Moderno y del Arte de Vanguardia.
El término se utiliza a menudo en los estudios estéticos para designar una categoría de objetos ordinarios, vulgares, baratos, insípido, sentimental, copias de las referencias culturales sin criterio y sin alcanzar el nivel de calidad de sus modelos, y que están destinados para el consumo de masas.
Algunos autores entienden kitsch como una actitud y un espíritu general de la complacencia y la supresión del pensamiento crítico, que puede extenderse en campos muy distintos del arte, como la política, la religión, la economía, el erotismo y o prácticamente todo el ámbito de la vida humana.
Es un producto da industrialización y de la cultura de masas, considerado típico da clase media-baja con pretensiones al ascenso social, pero en la mayoría de los círculos de la alta-sociedad, el término se utiliza a menudo con un carácter despectivo y como un reproche moral.
El kitsch es un fenómeno de gran alcance, mueve una industria de millones y para muchas personas es más que una simple cuestión de gusto, es toda una forma de vida, y para este público todos sus atributos son legítimos.
Sus características y pretensiones, también marcaron la producción de muchos artistas influyentes del la “gran círculo intelectual,” en casi todos los campos de la producción artística, como la escultura, la arquitectura y el diseño postmoderno, presentan características que pueden ser clasificados como kitsch.
En el inicio de la década de los 30, este estilo tuvo su boom. La arquitectura, el diseño y las artes decorativo sufren una gran influencia de este estilo, pero en los años 80, con el surgimiento del postmodernismo, el kitsch empieza a perder protagonismo. Más tarde, el Pop Art al incorporar las imágenes y las ideas de la cultura popular, también ayuda, a la caída del kitsch.
Hoy en día, el kitsch ya se ve de una manera más favorable, pero muchos estudios todavía lo analizan de una manera negativa, que según algunos es una evidencia del elitismo, la arrogancia y el etnocentrismo en la aceptación del estilo, utilizado por las clases dominantes para descalificar la arte que agradó al pueblo inculto.
References:
CALINESCU, Matei. Five faces of modernity. Modernism, Avant-Garde, Decadence, Kitsch, Post Modernism. Durham: Duke University Press, 1987
ELIAS, Norbert. The Kitsch Style and the Age of Kitsch. J. Goudsblom y S. Mennell (eds.): The Norbert Elias Reader. Londres: Oxford, 1998
GREENBERG, Clement. Arte e cultura. Tradução de Otacílio Nunes. Ática. São Paulo, 1996
KULKA, Tomas. Kitsch and Art. Penn State Press, 2002
MECACCI, Andrea. Il kitsch. Volumen 667 de Universale paperbacks Il Mulino. Il Mulino, 2014
MOLES, Abraham A. O kitsch: a arte da felicidade. Editora Perspectiva, 2001
ODD, Nerdrum. Kitsch, More Than Art. Distributed Art Pub Incorporated, 2011
VALIS, Noël. La cultura de la cursilería: Mal gusto, clase y kitsch en la España moderna. Antonio Machado Libros, 2015
KITSCH . In: ENCICLOPÉDIA Itaú Cultural de Arte e Cultura Brasileiras. São Paulo: Itaú Cultural, 2017. Disponível em: <http://enciclopedia.itaucultural.org.br/termo3798/kitsch>. Acesso em: 29 de Mar. 2017. Verbete da Enciclopédia. ISBN: 978-85-7979-060-7