La gestión por actividades es un tipo o modo especifico de gestión con un horizonte temporal muy corto y es muchas veces adoptado en las organizaciones para intentar cambiar las consecuencias de determinados problemas y no para solucionar las respectivas causas. Ocurre especialmente en los escalones más elevados y al nivel de los asesores siempre que sus tareas no estén debidamente identificadas y cuantificadas, aunque pueda ocurrir también en los niveles operacionales más bajos de la estructura jerárquica. Generalmente, el resultado es la existencia de muchas actividades y pocos resultados.
Otros ejemplos de tipos de gestión con características semejantes son las siguientes: Gestión por presión, gestión por impulsos, gestión por crisis/problemas y la gestión por campañas.