El término estrategia tiene su origen etimológico en la palabra griega strategos, la cual deriva de stratos (ejército) + agos (comando). Estrategia significaba, por lo tanto, el arte de el general comandar sus tropas.
En el contexto de la gestión de las organizaciones, y en su sentido más amplio, el término estrategia designa la definición del propósito de la organización o, por otras palabras, representa el conjunto de decisiones y acciones a adoptar por la organización que visan proporcionar a los clientes más valor que el ofrecido por la competencia de forma a conseguir determinados resultados. Así, podemos considerar que un gestor es un buen estratega siempre que posea una elevada capacidad para anticiparse a la competencia en el hallazgo de oportunidades generadoras de elevado valor percibido por el cliente.
Siendo la definición de un propósito, la estrategia envuelve necesariamente la toma de decisiones a largo plazo, incluyendo la definición de los productos y servicios, la selección de los mercados, el tipo de posicionamiento a adoptar, los objetivos de desarrollo, etc. Teniendo en cuenta el alcance temporal y el hecho de que envuelven a la organización en su todo, a este tipo de decisiones se le da generalmente la designación de decisiones estratégicas, las cuales preceden y condicionan después todas las decisiones operacionales.
Formulación de la Estrategia
El proceso de formulación de la estrategia organizacional envuelve generalmente varias fases, las cuales pueden ser resumidas como sigue:
- Diagnóstico Externo: fase previa destinada a identificar las amenazas y las oportunidades que el medio envolvente puede traer a la organización, tanto en términos presentes, como en términos futuros;
- Diagnóstico Interno: fase en que se efectúa la identificación de los puntos fuertes y débiles que la organización presenta cuando comparada con sus competidores directos;
- Orientaciones Estratégicas: a partir de las conclusiones retiradas de los diagnósticos externo e interno es entonces posible definir un conjunto de orientaciones estratégicas, las cuales incluyen la selección de los mercados y de los productos y servicios, la definición del posicionamiento a adoptar, la definición de los objetivos a alcanzar, esto es la definición de la estrategia propiamente dicha.
Para una mayor organización y sistematización de la estrategia, generalmente se construye un plano donde son detalladas las conclusiones de cada una de las fases del proceso. A este plano se le da la designación de Plano Estratégico, y a su proceso de construcción la designación de planeamiento estratégico.
