Quiénes eran los Fariseos
Los fariseos (palabra hebrea que significa ‘separado’ o ‘segregado’) eran un grupo político-religioso que integraba la sociedad judaica en el tiempo de Jesús. Inicialmente aliados a la élite sacerdotal y a los grandes propietarios de tierras, los fariseos se separan de ellos para dirigirse al pueblo. Son nacionalistas y hostiles al Imperio Romano, pero manifiestan una resistencia pasiva. Este grupo es formado por laicos provenientes de todos los estratos de la sociedad, predominantemente artesanos y pequeños comerciantes. Gradualmente, la mayoría del clero más pobre y que se opone a las élites sacerdotales va también pasando a formar parte de este grupo.
En el campo religioso, los fariseos se caracterizan por el riguroso cumplimiento de la ley en todas las áreas y situaciones de la vida diaria. Son muy conservadores pero simultáneamente creadores de nuevas tradiciones a través de la interpretación de la ley encuadrada en el momento histórico en que viven.
La mayor expresión del fariseísmo es la creación de la Sinagoga, oponiéndose al Templo dominado por los Saduceos. De esta forma, la Sinagoga, con la lectura e interpretación de los textos bíblicos y oración, se convierte en la expresión religiosa opuesta al sistema cultural y sacrificial del Templo.
Los Fariseos creen en la predestinación, en la resurrección y en el mesianismo, oponiéndose aquí también a los Saduceos. Esperan un Mesías político-espiritual, venido de la descendencia de David, cuya función sería precipitar el fin de los tiempos y la liberación de Israel. Para los Fariseos la llegada del Mesías sería originada por la estricta observancia de la ley, por la oración y por el ayuno.
Los Fariseos y los Doctores de la Ley simpatizan entre sí, al punto de que muchos Doctores de la Ley son también Fariseos.
Otros grupos político-religiosos del mismo período: Doctores de la Ley, Saduceos, Zelotas, Herodianos, Esenios y Samaritanos.