Concepto de Mecanismos de Retroalimentación
Mecanismos de retroalimentación (o de feedback) forman parte de los mecanismos homeostáticos corporales, cuya función es contribuir para un estado de equilibrio corporal relativamente estable. Retroalimentación es un ciclo de eventos en que una condición corporal controlada, por ejemplo, la presión sanguínea, es continuamente monitorizada, evaluada y modificada en el caso de que sea necesario, siendo entonces nuevamente re-monitorizada, reevaluada y así sucesivamente.
Este mecanismo está basado en tres componentes, un receptor que envía señales de intensidad variable para un centro regulador que a su vez envía señales al mecanismo efector que produce una respuesta que alterará el valor del parámetro de la acción controlada.
Existen dos tipos de sistemas de retroalimentación: positiva o negativa. En el ser humano existen miles, siendo la gran mayoría de ellos de retroalimentación / feedback negativo.
En los mecanismos de retroalimentación/feedback negativo un aumento o disminución en la variable que está siendo regulada desencadena respuestas que tienden a mover la variable en el sentido opuesto a la dirección de la alteración inicial. Por ejemplo, en el control de la presión arterial, en el caso de que esta aumente desviándose de valores normales, el mecanismo regulador, los receptores, detectan ese cambio, disminuyen el ritmo cardíaco y aumentan el diámetro de los vasos sanguíneos haciendo que la presión arterial disminuya y vuelva a niveles normales.
Son, por tanto, mecanismos autolimitantes y generalmente regulan condiciones corporales que son mantenidas razonablemente estables durante largos periodos de tiempo. Están presentes, por ejemplo, en la regulación de la presión sanguínea, de la temperatura corporal, del nivel de glucosa en la sangre, etc.
Mecanismos de retroalimentación/feedback positivo, por otro lado, son automultiplicadores y presentes en condiciones que generalmente no suceden con mucha frecuencia como el parto, la ovulación, o la coagulación sanguínea. Así, una alteración de la variable lleva al sistema a dar una respuesta que va a hacer aumentar aún más esa alteración, refuerza continuamente la alteración y es desconectado por un evento fuera del sistema. Por ejemplo, en el trabajo de parto, la oxitocina estimula las contracciones en el miometrio, este aumento a su vez lleva a la hipófisis a liberar más oxitocina que estimula contracciones más fuertes y frecuentes y así sucesivamente hasta el nacimiento del bebé que es el evento que termina el ciclo. Estos mecanismos son necesarios pues es benéfico que este tipo de procesos termine rápidamente, pues, caso se prolonguen por mucho tiempo podrían ser perjudiciales.