Las relaciones interpersonales en la escuela se refieren a los vínculos establecidos entre los elementos de toda la comunidad escolar.
De acuerdo con los estudios de Martinelli y Schiavoni (2009) las relaciones interpersonales en la escuela pasan por el vínculo existente entre profesores y alumnos, teniendo en cuenta que ambas partes tienen sus propias percepciones una acerca de la otra, de sí mismas y entre sí.
Así, es común que, cuando sean informados a cerca de una alta performance en relación a un alumno, los profesores queden, también, con expectativas altas acerca del mismo, aunque las mismas puedan no haber sido confirmadas previamente (Martinelli Schiavoni, 2009). Sin embargo, esta información previa, puede llevar a una actitud más positiva de los profesores en relación a ese alumno, lo que, consecuentemente lleva a que éste tenga, realmente, más éxito y productividad académica, así como mayor índice de felicidad (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
Los estudios de Leite (2012) corroboraron estas teorías al hablar de la importancia de la construcción de relaciones interpersonales entre profesores y alumnos, en la medida en que las mismas tienen un índice afectivo, en la rama de la pedagogía, directamente unido a la forma como los profesores enseñan los contenidos existentes en los programas.
Por el contrario, cuando la relación entre profesores y alumnos no se muestra tan positiva, ésta también acaba por reflejarse en el rendimiento de los segundos, negativamente. (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
La importancia de las relaciones interpersonales en la escuela, construidas entre profesores y alumnos, se extiende también a los contextos en que los mismos no están en la presencia unos de otros, es decir, un profesor que, de alguna forma marca a sus alumnos, es siempre recordado incluso sin ser cara a cara (Leite, 2012). La razón de ser de este fenómeno es la forma como un profesor establece reglas y utiliza determinadas estrategias de enseñanza, las cuales traen repercusiones para las relaciones de los niños, de modo general, especialmente en lo que se refiere al proceso de aprendizaje (Leite, 2012).
Además de las expectativas entre ambas partes, otras variables influyen significativamente en las relaciones interpersonales en la escuela, siendo ellas el sexo, la raza, la etnia, los grupo sociales, la personalidad, la apariencia, la forma de hablar y de escribir e incluso el lugar que cada uno elige en clase (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
Siendo así, Martinelli y Schiavioni (2009) también extienden las influencias de diferentes variables en lo que se refiere a las relaciones interpersonales establecidas entre alumnos puesto que es común, en estas edades, que las mismas se construyan en función de la aceptación de un nuevo elemento en un grupo. Debido a la posibilidad de aceptación o no de los elementos, la dinámica existente en clase es diferente de un ambiente a otro. (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
Se verifica, habitualmente, que los grupos de alumnos que mejor consiguen establecer relaciones interpersonales en el medio escolar, también son aquellos que presentan mayor tasa de éxito académico (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
La aceptación entre elementos, en cada grupo, sucede con base en comportamientos más amigables, afectuosos e interactivos, por lo que, cuando la aceptación no es tan bien conseguida, la interacción es más conflictiva, provocativa, tendencialmente agresiva, con más propensión para discusiones inmaduras, y menos competencias sociales (Martinelli, & Schiavoni, 2009).
La revisión de la literatura llevada a cabo por Leite (2012) nos permite comprender cómo la cuestión del afecto en relación a la escuela puede influir en las relaciones interpersonales dentro de la misma, por lo que, consecuentemente se traduce en el afecto positivo o negativo entre los alumnos y el resto de la comunidad escolar, tanto en relación a los profesores como en relación a los programas lectivos.
Como tal, las mismas razones que llevan a la identificación de los alumnos con los profesores y el ambiente escolar, son las que también llevan a estos alumnos a adquirir un afecto positivo en lo que se refiere a los programas a estudiar (Leite, 2012).
“Esto sucede porque el concepto de mediación pedagógica no se refiere a ideas metafóricas, sino a relaciones concretamente establecidas y vividas, en clase, que pueden ser accedidas por la mirada del investigador a través, obviamente, de metodologías adecuadas a las características de los fenómenos estudiados”.
(Leite, 2012).
Conclusión
Las relaciones interpersonales en la escuela afectan a toda la comunidad escolar y son afectadas por ella, teniendo en cuenta la forma como la postura docente influye en el rendimiento escolar de los alumnos. Así, podemos decir que, cuanto más implicado se encuentra un profesor, en relación a sus alumnos, más probabilidades de éxito tendrá con sus clases, ya que las relaciones interpersonales en la escuela, ejercidas entre las dos partes, además de afectuosamente positivas, se vuelven, inevitablemente, más productivas.
References:
- Leite, Sérgio Antônio da Silva. (2012). Affection in teaching practices. Temas em Psicologia, 20(2), 335-368. http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1413-389X2012000200006&script=sci_arttext&tlng=en;
- Martinelli, Selma de Cássia, & Schiavioni, Andreza. (2009). Percepção sobre a sua interação com o professor e status sociométrico. Estudos de Psicologia (Campinas), 26(3), 327-336. http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-166X2009000300006&lng=en&nrm=iso.
