Concepto de Síndrome del Ovario Poliquístico
El síndrome del ovario poliquístico, también conocido por síndrome de Stein-Leventhal, es caracterizado por un ovario aumentado, con muchos folículos periféricos parcialmente desarrollados, pues no crecen más de los 10mm. Se encuentra frecuentemente asociado al hirsutismo (distribución de pelo típicamente masculino en mujeres, debido a elevados niveles de andrógenos), a la hiperinsulinemia (resistencia a la insulina) y a la obesidad. Es una de las alteraciones endocrinas más comunes en la población femenina en edad reproductiva, pudiendo alterar su fertilidad.
La ausencia de madurez de los folículos y, consecuentemente, de la ovulación, es causada por el poco espacio que los folículos poseen para desarrollarse, puesto que varios folículos están en crecimiento, y por disturbios hormonales. Los síntomas más comunes son menstruaciones irregulares, anovulación, exceso de pelo corporal, acné, obesidad, hipertensión arterial y alteración del metabolismo de la glucosa.
La aparición de este trastorno reside en anomalías en las células de la teca y en el estroma del ovario, que producen andrógenos en exceso. Esta situación es agravada en el caso de hiperinsulinemia, puesto que la insulina estimula las células de la teca y del estroma a sintetizar andrógenos y en el caso de haber una anomalía en la suprarrenal, también producirá andrógenos en exceso. De esta forma, la cantidad de andrógenos va a ser muy superior a lo normal. En niveles normales, estos andrógenos son convertidos en estrógenos por las células de la granulosa. Así, los andrógenos en exceso van para el tejido adiposo, que tiene la capacidad de convertirlos en estrógenos, pero propiamente en estroma. En el caso de que la persona sea obesa, más tejido adiposo tiene y más andrógenos son convertidos. Este tipo de estrógeno, la estroma, tiene un efecto semejante al estradiol en el hipotálamo. Como los niveles de estroma van a ser elevados, ésta va a inhibir la producción d GnRH, que consecuentemente disminuye la síntesis de la hormona folículo-estimulante (FSH) en la hipófisis. Contrariamente a la FSH ocurre un aumento de la producción de la hormona luteinizante (LH), pues los estrógenos a partir de un determinado valor pasan a ejercer una retroalimentación positiva. Como la FSH va a presentar niveles bajos, los folículos en desarrollo no van a madurar. Pero la LH presenta valores muy elevados, surgiendo el pico de LH (típico de la fase de ovulación) antes del folículo estar completamente desarrollado, llevando a la luteinización precoz de los folículos, sin ter ocurrido la ovulación. La LH presenta siempre valores elevados (normalmente la LH estimula las células de la teca a producir estrógenos), llevando a la producción excesiva de andrógenos por las células de la teca, volviendo todo este proceso en un ciclo.
Este síndrome no tiene cura pero puede ser controlado. La primera opción pasa por la alteración del estilo de vida, de manera a disminuir las complicaciones metabólicas y a mejorar la fertilidad. Podrá también ser necesario recurrir a terapias farmacológicas que puedan bloquear la acción de los estrógenos en el hipotálamo y tratar los síntomas de hiperandrogenismo y las alteraciones metabólicas. Cada paciente tiene que ser evaluado de modo a encontrar su tratamiento más adecuado.