Qué es una Semilla
La semilla es la forma de propagación de las plantas superiores pertenecientes al grupo de las Espermatofitas. La semilla contiene en sí el embrión que se irá desarrollando en nueva planta. Inicia así el ciclo de la vida, cuando comienza la germinación. Deriva de la madurez del óvulo femenino tras la fecundación.
Constitución de la semilla
El embrión que se irá desarrollando en nueva planta se encuentra envuelto por un recubrimiento que lo protege de las adversidades del medio ambiente, de frío o calor extremo, de la sequedad o del ataque de animales.
En el interior de la semilla se encuentran también sustancias de reserva para alimentar la planta en las primeras etapas de su desarrollo. Estas reservas nutritivas están contenidas en las cotiledóneas, hojas embrionarias de la planta o, dependiendo del taxon, podrán localizarse en estructuras anexas que alimentan la plántula antes y durante la germinación.
Germinación de la semilla
La semilla comienza a germinar cuando se verifican condiciones ambientales benignas. Es más, una de las ventajas evolutivas conseguidas por la aparición de la semilla como estrategia de propagación de las plantas, es el hecho de que la nueva planta no inicia su desarrollo necesariamente tras la fecundación, pero puede quedar en estado de latencia, germinando apenas en condiciones oportunas.
Si el embrión contiene apenas un cotiledón, estamos ante una planta monocotiledónea, como es el caso de gramíneas, como el maíz. En este tipo de plantas, el cotiledón tiene la función de asimilar las sustancias nutritivas de reserva que están acumuladas en la semilla y que, posteriormente, serán encaminadas para las regiones de crecimiento de la planta. Las semillas de las gramíneas y de gran parte de las monocotiledóneas tienen estructuras que protegerán el tallo y la raíz.
En el caso de que el embrión tenga dos cotiledones, la planta en cuestión es una dicotiledónea, como la judía, por ejemplo. Sin embargo, en estas plantas, los dos cotiledones tienen la función de reserva. Son estructuras bastante espesas y ocupan casi toda el área de la semilla.
La primera estructura que surge durante la fase de germinación es una raíz incipiente que se fija al sustrato, asegurando la joven planta en el suelo. Esta estructura absorbe el agua y las sales minerales presentes en el suelo.
En la judía, por ejemplo, la planta comienza por tener un alargamiento vertical y, al mismo tiempo, se desarrollan pequeñas raíces secundarias. El tallo despunta del suelo enrollado sobre sí mismo para protegerse del efecto abrasivo del suelo sobre sus cotiledones, a medida que crece. Tanto el crecimiento apical (en altura) como radicular (el crecimiento de las raíces) prosigue hasta el estado de planta adulta.
El tipo de crecimiento de las raíces y de los órganos aéreos es característico de cada grupo de plantas. Inicialmente, ocurre apenas el desarrollo de las estructuras vegetativas de la planta, es decir, aquellas estructuras que no están relacionadas con la función reproductora de la planta. Cuando la planta es adulta se desarrollan las estructuras reproductoras, como las flores en las angiospermas.
References:
Stern, K. R., Bidlack, J. E., Jansky, S., & Uno, G. (2006). Introductory plant biology. Boston: McGraw-Hill Higher Education.
